Fama más que merecida.
Llevábamos bastante tiempo intentando ir a Triciclo pero era muy difícil reservar mesa. Y por fin lo conseguimos!. Por un lado, teníamos muchas ganas de conocerlo por la fama que ha tenido desde que lo abrieron pero, por otro lado, nos daba miedo que, como muchos restaurantes, fuera simplemente un restaurante que se ha puesto de moda sin que la comida sea la razón principal. Y ahora que lo hemos probado, tenemos claro que su fama es más que merecida y que superó, con creces, nuestras expectativas. Nada más llegar, el local ya nos encantó, precioso, decorado con muchísimo gusto, amplio, cómodo y nada ruidoso (a pesar que estaba lleno). El servicio encantador, amable, cercano y con unas recomendaciones acertadísimas. Éramos 4 y pedimos 9 medias raciones: Setas de otoño, yema de corral, parmesano y hierbas de monte, Ajoarriero de bogavante nacional, bacalao y chips de patata, Tiradito de corvina salvaje, rocoto y tobiko, Cadena trófica del mar en sashimi, Steak tartar con huevos y huevas y fuera de carta: Atún rojo con salmorejo y frutos secos, Bacalao negro de Alaska, Salmonetes y Raviolis de carrillera. De postre: Frutos rojos con avellanas y yogur y Brioche tostado en sartén con helado. Sólo podemos decir que absolutamente todos los platos fueron espectaculares, no hubo ninguno peor que los demás. Increíble la calidad de los productos, la combinación de los sabores, la presentación...La carta de vinos también estupenda. Salimos a 36 EUR/ persona (con cervezas y botella de vino) y nos dejó gratamente sorprendidos porque por ese precio hemos comido mucho peor en infinidad de sitios. Una cena para recordar y para repetir muchas veces ya que la carta cambia con cada estación.
Triciclo
Calle Santa María 28 (metro Antón Martín)
91 024 47 98